A menudo la palabra « oculto » es asociada a la palabra « esotérico ».

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La palabra oculto se usa para definir una doctrina o una práctica que presenta genralment un carácter más o menos esotérico, pero que se sustenta en la creencia de las influencias, de las fuerzas que el conocimiento racional no puede explicar.

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Esotérico viene el griego qui quiere decir “interior”. El esoterismo se distingue de los materialistas que necesitan probar todo, o que no creen en nada, y de los creyentes que basan su actitud en una fe a menudo ciega y misteriosa, basada en lo que otros han vivido o pretendido vivir. El esoterismo es ir hasta el fondo de su pensamiento para encontrarse en el corazón de su pensamiento, y nuevamente lanzarse de este pequeño centro hacia los extremos.  Puesto que este centro contiene el conjunto, del más allá, del más acá. Y este movimiento se realiza conscientemente, puesto que el ser busca un sentido a lo que no se explica de la vida, de la evolución.

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El esoterismo es querer aprender en esta vida el otro lado de las cosas, busca a acceder desde ahora a la realidad primera y última. Los esotéricos basan sus creencias sobre todo en sus experiencias personales interiores que desean compartir con los demás. Se les llama, chamanes, magos, videntes, iniciados, mediums, canales, teólogos, etc. Ellos ven, sienten , escuchan lo imperceptible, perciben, resienten. Meditan, expandan su consciencia, viajan en el espacio y en el tiempo. Encuentran, aprenden, vuelven, intentan comprender, rechazan lo posible, buscan una lógica más allá del hombre, en su búsqueda de la verdad. También quieren encontrar las respuestas a las fatídicas preguntas:

 

• ¿Quiénes somos? 

• ¿De dónde venimos? 

• ¿Dónde vamos?

• ¿Por qué?

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