​

• El sistema de creencias que manejamos, determina la estabilidad o inestabilidad de nuestra energía vital. Si no aceptamos, si sufrimos, si nos angustiamos, sólo vemos problemas. Si obtenemos resultados indeseados, es tiempo que  revisemos la información que está gobernando nuestra vida. Puede que el ego esté tomando el control y por lo tanto estamos frente a la mejor oportunidad de nuestra vida: trabajar nuestros conceptos y creencias falsas, y transformarlas en verdades de comprensión para así poder generar correspondencias externas diferentes. 

​

• Cuando nos conectamos con nuestro centro de amor y paz, podemos relacionarnos con los retos y dificultades eficiente y armónicamente. La paz no consume energía, los conflictos sí.

​

• Canalicemos adecuadamente nuestras emociones y sentimientos. Existe una estrecha relación entre las emociones y sentimientos que generamos y nuestros centros nerviosos. Si estas energías no son direccionadas correctamente, terminan por consumir energías que están dispuestas para otras funciones específicas y por lo tanto nuestro sistema inmunológico terminará por debilitarse.

​

• Dirijamos nuestro pensamiento voluntariamente. No permitamos que se vaya hacia la queja, la negatividad, la crítica, el juicio o cualquiera de las manifestaciones del ego. Busquemos soluciones y no sobre-dimensionemos las dificultades. 

​

• Alejémonos del drama. Las situaciones “inmanejables” no existen. Toda situación es neutra y puede ser manejada desde la neutralidad con la información necesaria y el entrenamiento adecuado. 

​

• El error NO es malo ni mucho menos catastrófico. Este es un concepto del ego. El error es simplemente un resultado indeseable y puede convertirse en deseable si aprendes a identificar el valor de dicho resultado.

​

• No permitamos que los vampiros energéticos se alimenten de nuestra energía. Tampoco nos convirtamos en uno de ellos necesitando de las energías de los demás para sentirnos bien nosotros (esto sucede a veces sin percatarnos de ello). Nosotros somos responsables de generar y mantener nuestra propia energía, y todas y cada una de las personas que nos rodea es responsable de su propia energía. Cuando dos personas han auto-asumido su propio manejo energético, el resultado de la relación será la multiplicación de energía y no el robo de la misma; por lo tanto nunca habrá sensación de vacío.

​

• Los seres humanos somos seres sociables por naturaleza. Rodeemonos de gente que empodere nuestras virtudes internas y no de aquellas que nos ayuden a justificar nuestras limitaciones.

​

• Liberémonos de cargas que no nos corresponden. Permitir que cada quien asuma sus propios resultados es permitir que desarrolle su potencial y que reconozca el funcionamiento y el fluir con las leyes universales.

​

 

​

         Generemos la energía que nos mantiene en plena forma

​

​

←