En 1969 John Olney constata que le glutamato provoca daños en el hipotálamo (pequeña glándula del cerebro que controla el sistema neuro-hormonal). “Cuando el glutamato, que viene de la sangre que irriga el cerebro, alcanza las neuronas, estas dejan, repentinamente, entrar, en forma masiva calcio, sodio, agua, mucho más allá de sus posibilidades fisiológicas, provocando una brutal despolarización de la neurona, que muere.” Et Le Panorama Médicale, revista francesa, precisa: “Las dosis de glutamato ingeridas por los niños son,  a veces, tan altas que administradas en dosis idénticas, oralmente a un animal joven, crean la destrucción simple y llanamente del sistema nervioso central. Un niño de diez años ingiere, en un sobre de sopa instantánea, entre 1.000 y 1.00 mg de glutamato, es decir, una cantidad muy superior a la que mata los núcleos cerebrales de los conejillos de indias.”

 

Las dosis de glutamato toleradas en la alimentación, eran anteriormente y en algunos países, definidas por decreto. Hoy en día, la cantidad es dejada a la iniciativa del fabricante. En Francia, el servicio de represión de fraudes confirma no efectuar controles del glutamato en la alimentación.

 

Para justificar la abundante adición de glutamato en los alimentos, ciertas personas destacan el hecho que este aminoácido se encuentra presente de manera natural en numerosos productos como los huevos, los pescados, los productos lácteos, las carnes de vacuno y de ave. En estos alimentos, encontramos, efectivamente, glutamato, pero bajo su forma ligada, quiere decir, lentamente degradada y absorbida por el intestino para ser utilizada por los tejidos (los músculos, en particular) antes que alcancen las tasas tóxicas.

 

En cambio, el glutamato agregado en los alimentos está bajo su forma libre, que se puede obtener de manera concentrada por hidrólisis (desdoblamiento de una molécula por la acción del agua) de la proteína vegetal.

 

Esta presentación involucra un procedimiento químico que consiste en una descomposición deliberada de la estructura de la proteína del vegetal, liberando así el glutamato, pero también el aspartato (otra excito-toxina).

 

La experiencia ha demostrado que se pueden provocar las mismas lesiones cerebrales utilizando proteínas vegetales hidrolizadas como usando el glutamato de sodio o el aspartato.

 

Para evitar tener que mencionar la presencia de glutamato de sodio en sus productos, ciertos industriales esconden el nombre de los aditivos químicos nocivos por términos como “proteínas vegetales”, “proteína vegetales hidrolizadas”, “fibras proteicas”, “fitoproteínas hidrolizadas”, “extractos de proteínas de soja”, “caseinatos”, “extractos de levadura y aroma natural”.

 

Las experiencias demuestran que, cuando estos diferentes excitotoxinas, cuyo rol es resaltar el gusto, se adicionan entre ellas, su toxicidad aumenta mucho más que cuando son consumidas por separado.

 

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Podemos encontrar glutamato en ciertos productos, tales como:

 

• Glutamato monosódico GMS → galletas para niños, galletas de aperitivos, caldos en cubo, carne cruda en supermercados, salsas preparadas, sándwich hamburguesas preparadas en restaurantes de comida rápida);

• Glutamato monopotásico;

• Ácido glutámico (platos cocinados, congelados);

• Caseinato de calcio;

• Maltodextrina: almidón parcialmente hidrolizado;

• Todas las proteínas hidrogenadas (platos cocinados);

• Extractos sólidos de leche → yogures, leches, cremas pasteleras industriales;

• Aceites hidrogenados → galletas, galletas de aperitivo, platos cocinados, fármacos;

• Extractos de levadura → todos los pasteles y cremas industriales;

• Levaduras autorizadas (es una substancia que se produce cuando la levadura es descompuesta sus elementos constitutivos) → todos los panes industriales y un gran número de panes que se dicen “artesanales”;

• Harinas de soja (adicionadas a casi todas las harinas industriales);

• Extracto de malta → galletas e incluso algunas galletas orgánicas;

• Espesantes (son sustancias que al agregarse a una mezcla, aumentan su viscosidad : almidones, gomas vegetales) → salsas preparadas, platos cocinados, congelados, helados;

• Gelatinas alimenticias → salsas preparadas, platos cocinados, congelados, helados;

 

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Los códigos del glutamato son: de E620 hasta E625, E627, E631, E635, E636, E637.

 

El glutamato permite utilizar un mínimo de materias primas y obtener un producto con el gusto deseado. De esta manera, con una pizca de chocolate, se puede hacer un pastel que tendrá el mismo gusto que el hecho con 50% de chocolate.

 

El glutamato irrita el tubo digestivo, abre un apetito mecánico que empuja al consumidor a continuar comiendo.

 

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¿Cuáles son los signos mayores de intoxicación posible con el glutamato?

 

Migrañas, pérdida de cabello en particular en la mujer, toma rápida de peso (retención de líquidos), depresión.

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Pero puede haber otros síntomas:

 

Gastrointestinales:

• Irritación de intestinos

• Calambres estomacales

• Diarreas

• Nauseas

 

Musculares:

• Dolores musculares

• Dolores articulares

 

Dermatológicos:

• Piel demasiado seca

• Pérdida de cabello

• Sangramiento de encías

• Úlceras

• Gingivitis

 

Respiratorios:

• Asma

 

Neurológicos:

• Fatiga extrema

• Depresión

• Irritabilidad

• Ansiedad

• Pánico, en los niños

• Cefaleas

• Ciática

 

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¿Qué es el síndrome del restaurante chino?

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La comida compuesta generalmente de una sopa de champiñones negros et de salsa de soja, provoca, en algunas personas, una repentina migraña, nauseas violentas o también erupción cutánea intensa, ofuscamiento, incluso una debilidad confinada a la pseudo-parálisis. Los pacientes que consultan, presentan un ritmo cardiaco disminuido, vómitos o salivación.