Cola de caballo
(Equisetum arvense)
También conocida como: Cola de rata, Yunquillo, Cienudillos, Candalillo, Pinillo...
A principios de la primavera brotan de la cepa muy extendida y profunda primero los tallos fértiles, de color parduzco rojizo, que llevan los esporangios. Más tarde aparecen los tallos verdes de verano, de unos 40 cm de altura, que se parecen a pinitos de construcción muy regular. Se cría en los campos, terraplenes y ribazos. Las plantas que crecen en la arcilla poseen la mayor cantidad de principios curativos. Según la procedencia, la cantidad de ácido silícico, con sus excelentes propiedades curativas, oscila entre el 3 y 16 %. Se sobreentiende que jamás se deben recolectar las plantas que se crían en los campos abonados con productos químicos.
Hay una variedad de Cola de caballo con ramitas finísimas que se cría en los bosques y en sus linderos; ésta también es curativa.
En la medicina popular la Cola de caballo gozaba, desde tiempos remotos, de gran prestigio, sobre todo por su poder hemostático y su eficacia contra las graves afecciones de los riñones y la vejiga. Pero a pesar con el tiempo cayó en el olvido.
Gracias a nuestro gran médico naturista Kneipp, la Cola de caballo a vuelto a tener la fama de antaño. Para él esta hierba es "única, insustituible e inestimable" contra:
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las hemorragias
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los vómitos de sangre
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las afecciones renales y vesicales
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los cálculos y las arenillas
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las úlceras cancerosas
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la caries ósea
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lava, disuelve y quema todo lo malo
También se puede envolver la hierba húmeda y caliente en paños mojados y aplicarla a las partes enfermas.
El padre suizo Künzle dice que todas las personas deberían beber a partir de cierta edad, cada día, una taza de infusión de Cola de caballo. Así desaparecerían todos los dolores debidos:
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al reuma
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la gota
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las neuralgias
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corta las peores hemorragias
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los vómitos de sangre
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Contra los catarros dolorosos de la vejiga y el tenesmo no hay mejor remedio que envolverse bien las piernas con el batín y dejar actuar los vapores de una infusión de Cola de caballo sobre la vejiga.
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Las personas ancianas que de pronto no pueden orinar y se tuercen de dolor porque la orina no sale o sólo gotea, pueden calmar los dolores mediante estos baños de vapor calientes.
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Para combatir las arenillas y los cálculos renales y vesicales se toman baños de asiento calientes de Cola de caballo bebiendo simultáneamente una infusión caliente de la misma hierba a pequeños tragos; hay que retener la orina todo lo que se pueda para expelerla finalmente con presión. De esta manera suelen expulsarse también piedras.
La Cola de caballo ayuda en casos donde otros diuréticos no suelen dar resultados, como por ejemplo en la hidrocardias, en la hidropesía de la pleura costal o en trastornos renales debidos a la escarlata u otras graves enfermedades infecciosas con retención de agua.
Contra la inflamación o supuración de la pelvis renal un solo baño de asiento hace milagros. Para ello se emplea, solamente en uso externo, la Cola de caballo mayor, cuyos tallos son como un dedo de gordos. Esta variedad se cría en praderas y sotos pantanosos . Esta clase de Cola de caballo que alcanza más de un metro de altura y a veces la de un hombre, sólo se debe usar para baños de asiento↓. Sin embargo para infusiones que se beben se utiliza solamente la planta que se recoge en los campos, en los márgenes de las huertas y de los bosques.
Trastornos visuales (que a veces se manifiestan en madres jóvenes, como consecuencia de un parto difícil): éstos se deben muy probablemente a que los riñones de la madre han sufrido durante el parto. Los baños de asiento de Cola de caballo activan desde el exterior la irrigación sanguínea de los riñones, disminuyendo así la presión en los ojos causada por la insuficiencia renal, mientras que los trastornos de la vista van desapareciendo.
En los casos donde los demás diuréticos ya no ayudan, se deja de tomar todas las demás hierbas y se bebe durante 4 ó 5 días (en casos extremos 6 días) cinco o seis tazas de infusión de Cola de caballo, pero a sorbos, distribuidos a lo largo del día. Según la experiencia, en la mayoría de los casos se llega a eliminar el agua retenida.
Las erupciones cutáneas acompañadas de picores, estén encostradas, purulentas o tiñosas, se curan con ayuda de lavados y compresas a base de infusión de Cola de caballo.
Estos lavados y baños también se emplean contra:
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la oniquia (inflamación de la raíz de la uña)
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los pies llagados
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la caries ósea
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las heridas antiguas expansivas
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las úlceras cancerosas
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los espolones del calcáneo
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las fístulas
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el lupus
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la sicosis dermatológica y otros líquenes
En estos casos se puede recomendar también las cataplasmas al vapor de Cola de caballo.
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Las almorranas dolorosas se combaten cubriéndolas de un emplasto de hierba fresca, que se obtiene de la siguiente manera: lavar Cola de caballo recién cogida y picarla en el mortero hasta que se forme a modo de una papilla.
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Contra las hemorragias nasales repetidas y persistentes se aplican compresas en frío de Cola de caballo, es decir paños embebidos de una infusión ya fría de esta planta.
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Por su poder hemostático esta hierba ayuda asimismo, bebida en forma de infusión, a atajar las hemorragias pulmonares, uterinas, hemorroidales y estomacales. En estos casos se toma más concentrada que normalmente: 2 ó 3 cucharaditas repletas de hierba por cada taza.
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Contra la arteriosclerosis y la pérdida de la memoria, la Cola de caballo meszclada con Verónica constituye un remedio preventivo, debido a sus cualidades depurativas de la sangre. Se puede considerar como el mejor profiláctico contra el cáncer.
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Para combatir la hiperhidrosis de los pies (sudor excesivo) se recomienda la tintura↓ de Cola de caballo, un excelente remedio con el que se frotan diariamente los pies, después de lavarlos y secarlos bien. Pero también hay que tomar cada día, media hora antes del desayuno, una taza de infusión de la misma hierba.
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Contra la caspa, se lava la cabeza cada día con un cocimiento de esta hierba y se frota después bien con un buen aceite de oliva. De esta forma se quita rápidamente esa molestia.
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La incontinencia de orina (orinarse en la cama) se combate con una infusión compuesta de Cola de caballo e Hipéricon, de la cual se administra una o dos tazas al día; con la última comida no se bebe ya nada más. Esta mezcla se recomienda también para hacer gárgaras y enjuagues en los casos de anginas, estomatitis, estomatitis ulcerosa, cariadura, encías sangrantes, gingivitis, fístulas y pólipos del paladar y de la garganta.
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Contra el flujo blanco de la mujer se toman baños de asiento de Cola de caballo.
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Bronquitis crónica, tuberculosis pulmonar. Tomando regularmente la infusión se consigue, gracias a su contenido en ácido silícico, la curación del pulmón tuberculoso, suprimiendo al mismo tiempo la debilidad general debida a la afección pulmonar.
Según el fitobiólogo austriaco Richard Willfort, investigaciones recientes permiten la hipótesis que la ingestión prolongada de infusión de Cola de caballo actúa de tal manera sobre los tumores malignos que detiene su crecimiento hasta hacerlos desaparecer. Incluso pólipos del bajo vientre o del ano y sinovitis se curan del mismo modo. En estos últimos casos se apoya el tratamiento mediante cataplasmas al vapor↓ y baños de asiento de Cola de caballo. Estas cataplasmas son también muy útiles contra los cólicos del estómago, del hígado y de la bilis así como contra las congestiones dolorosas, cuya presión hacia arriba entorpece el funcionamiento el corazón.
Se ha podido constatar que incluso los más fuertes dolores intervertebrales — siempre que no se deban a un nervio estrangulado — se calman, a veces muy pronto, con baños de asiento de Cola de caballo. Si la radiografía hace ver que las vértebras están desgastadas por la edad no es necesario que uno tenga que padecer dolores. La presión de un riñón dañado que se extiende hacia arriba actúa sobre los nervios que discurren exteriormente a lo largo de la espina dorsal, lo que causa dolores. Así que éstos no los causan necesariamente las vértebras sino los nervios que están sin protección. En este caso, un baño de asiento de Cola de caballo suprime rápidamente la presión hacia arriba al activar poderosamente la función de los riñones.
Este mismo tratamiento vale para los dolores vertebrales en los conductores detractores agrícolas. Las vibraciones no perjudican las vértebras, sino los riñones; éstos ejercen enseguida una presión hacia arriba, lo cual se puede suprimir mediante baños de asiento de Cola de caballo.
El gran neurólogo Dr. Wagner-Jauregg dice en sus escritos: "Dos terceras partes de todos
los enfermos de los nervios no tendrían que estar en las clínicas, si tuvieran los riñones sanos". En estos casos conviene tomar por vía interna, infusiones de Cola de caballo, de Ortiga y de Milenrama, una taza por la mañana y otra por la tarde, de cada una.
En los casos graves de trastornos renales con todos los inconvenientes que los acompañan, es importante que se utilice para los baños de asiento la planta fresca; la
mejor para eso es, como ya se ha dicho, la que se cría en los prados pantanosos. Se necesita un cubo de 5 litros lleno de plantas por cada baño. El agua del baño tiene que cubrir los riñones. Luego se cambia de ropa. El agua del baño se puede utilizar dos veces volviendo a calentarla.
MODOS DE PREPARACION
Infusión:
1 cucharadita colmada de hierba por cada 14 I. de agua; no se hierve.
Cataplasmas al vapor:
Se pone agua a hervir en una olla y sobre la misma se coloca un tamiz con dos puñados de Cola de caballo. Cuando la hierba esté bien caliente y reblandecida se envuelve en un paño y se aplica a la parte enferma del cuerpo. Se cubre todo bien para que se mantenga caliente y se deja actuar durante varias horas o toda la noche.
Baños de asiento:
100 g de Cola de caballo se dejan toda la noche a remojo; al día siguiente se calienta todo y cuando rompa a hervir se cuela el líquido, que se mezcla con el agua del baño. Duración del baño: 20 minutos. Después de este baño no hay que secarse, sino envolverse en una toalla grande o en un albornoz y quedarse una hora bien tapado en la cama.
Tintura:
10 g de hierba fresca por cada 50 g de aguardiente (de grano) puro. Se deja macerar 15 días al sol o cerca de la lumbre agitando la botella cada día.
Cataplasmas de plantas frescas:
Cola de caballo recién cogida se lava y se pica en el mortero hasta que se forme a modo de una papilla.