Los diferentes sistemas de Yoga
De manera general, existen cuatro tipos de individuos en el mundo: el intelectual, el activo, el emotivo y el que reflexiona.
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Los que son intelectuales siguen la vía del Jnana Yoga, vía de la sabiduría y del discernimiento.
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Los que son activos siguen la vía del Karma Yoga, vía de la acción y de los servicios realizados sin móviles egoístas, como Mahatma Gandhi quien por su ejemplo mostró al mundo que se puede encontrar a Dios sirviendo al hombre.
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Los que son emotivos siguen la vía del Bhakti Yoga, senda de la devoción y del amor, donde la personalidad es disuelta y donde se vuelve altruista.
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Los que dan la prioridad a la reflexión siguen la senda de Raja Yoga, quiere decir, la vía que consiste en controlar y dominar el espíritu gracias a la concentración mental. El Raja Yoga recomienda los métodos y la práctica adecuadas de posturas y control de la respiración, llamada Hatha-Yoga, en vista de la búsqueda de la calma, del equilibrio mental y de la paz del espíritu. La salud del cuerpo es muy importante para el desarrollo mental, es por esto que el Hatha-Yoga y el Raja Yoga se complementan el uno al otro y constituyen un mismo planteamiento hacia la liberación del espíritu.
Existen muchos otros Yogas como: la unión con la potencia divina (Kundalini Yoga), el dominio del pensamiento por medio de la meditación (Dhyana Yoga), la repetición de una formula sagrada (Mantra Yoga), el control de la voluntad (Laya Yoga), el control de las fuerzas en la naturaleza humana (Shakti Yoga), el uso de gestos simbólicos durante la meditación (Mudra Yoga), la realización de una experiencia mística (Yantra Yoga).
Todas estas variantes pertenecen a una de las cuatro principales Yogas; a veces, estas últimas parecen tan similares que es difícil distinguir una de la otra.
“El Yoga no es para aquellos que ayunan o que torturan su carne, ni para aquellos que duermen o se desvelan demasiado, no es para aquellos que trabajan demasiado ni para aquellos que no hacen nada."
Bhagavad Gita
Se debe evitar los extremos. Demasiado ayuno o demasiado sueño debilitan el cuerpo y daña todo el sistema nervioso. Con moderación y disciplina, equilibrando nuestras costumbres alimentarias, nuestro sueño, nuestro tiempo de vigilancia y nuestro trabajo, se realiza la perfecta armonía con el Yo. De esta manera, el Yoga destruye el dolor y la pena. Para llegar a esta perfecta armonía y este completo equilibrio se debe tener un control absoluto, a la vez sobre el espíritu y el cuerpo.
“El Yo no puede ser conocido por aquel que es perezoso o agitado, por aquel que no es fuerte, disciplinado y seguro de sí mismo. No es conocido, ni por el razonamiento ni por el gran saber. Sólo se le puede encontrar por medio de la calma del espíritu, de la práctica del Yoga y de la meditación.”
Upanishads
La tradición védica no es sólo una teoría, siempre se basa sobre lo que podríamos llamar las leyes de la naturaleza. Las cuatro vías del Yoga corresponden a los cuatro elementos: Tierra, Agua, Fuego y Aire y respectivamente a lo que en occidente se llama, desde Hipócrates, los cuatro temperamentos: el melancólico, el flemático, el colérico y el sanguíneo
De esta manera, las personas en quienes domina el elemento Tierra son más predispuestas al Karma Yoga, que moviliza el lado práctico y material. El Bhakti Yoga sería más natural para la gente unida al elemento Agua, en quienes la emoción prima sobre el resto. Raja Yoya está asociada al elemento Fuego, puesto que esta vía solicita mucha voluntad y determinación. Finalmente, Jnana Yoga, correspondería al elemento Aire, por lo general son intelectuales movidos por la sed de estudiar.