La célula
La unidad más pequeña de entre los elementos que puede considerarse vivo.
Si no le otorgamos alimentos de buena calidad a nuestro organismo, la vida celular no puede llevarse a cabo de manera perfecta.
El tamaño de la célula es la de un micrón (una milésima de un billón); varios billones de células yuxtapuestas forman así los tejidos: músculos, sangre, nervios..., que componen la parte visible y estructurada del cuerpo humano.
La célula es un órgano microscópico de pleno derecho. Se compone de una membrana, de un cuerpo celular y de un núcleo, a excepción de los glóbulos rojos cuyo núcleo desapareció. La membrana celular compuesta de proteínas y de ácidos grasos, asegura la protección de la célula y los intercambios con su medio. El paso de elementos nutritivos y de numerosas reacciones químicas (principalmente hormonales) se producen a nivel de los recetores específicos, situados sobre esta membrana. La integridad y la calidad de este sobre son determinantes para un buen funcionamiento celular. El interior del cuerpo celular se compone de varias estructuras (condrioma, aparato de Golgi, lisosoma…) que participan en la vida de la célula. Finalmente, el núcleo permita la vida celular y su desaparición conlleva la muerte de esta. El núcleo es fundamental puesto que es portador de los caracteres hereditarios (los genes) y los transmite en el momento de la división celular, de la reproducción de la célula. El ADN (ácido desoxirribonucleico) permite formar los cromosomas que aseguran esta transmisión genética. La célula, al igual que todo ser viviente, nace, respira, crece, se reproduce y muere. Su principal función es producir energía.
La célula se reproduce por división celular: la mitosis. Su núcleo, luego su cuerpo se dividen con el fin de formar dos nuevas células llamadas células-hijas, siendo una réplica idéntica de la primera y que contienen 23 pares de cromosomas. Esta reproducción celular no se efectúa de la misma forma para las células sexuales (gametos).
Todos los elementos esenciales para la vida son indispensables para la célula. Agua, oxígeno, minerales, proteínas, lípidos, oligoelementos y vitaminas participan en la construcción de la célula y en su buen funcionamiento. Los glúcidos aportan la energía necesaria.
Podemos constatar, que ya a esta escala, la vida es perfectamente organizada. Si no le otorgamos alimentos de buena calidad a nuestro organismo, la vida celular no puede llevarse a cabo de manera perfecta. Un ejemplo evidente es la cantidad de aceites vegetales refinados que consumimos a diario. Ciertos ácidos grasos esenciales desaparecen o se transforman en el momento del refinado y esto engendra, a corto o largo plazo, una alteración de la membrana celular. Esta degradación de la membrana tiene por consecuencia dejar pasar al corazón mismo de la célula elementos indeseados que perturban gravemente su funcionamiento y la hacen morir prematuramente. La membrana celular es la protección natural de la célula, su recinto, con sus puentes y sus puertas que la separan de su medio. Los ácidos grasos permiten optimizar constantemente esta protección, también participando en numerosas funciones metabólicas. Pero la calidad del agua, como la composición de nuestros alimentos es tan importante como los lípidos para la vida de la célula.
Fuente:
https://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9lula
http://apuntesparaestudiar.com/biologia/que-es-una-celula-y-cuales-son-sus-partes/
La naturopatía au quotidien, Dominiick Léaud-Zachoval