La Fitoterápia
El arte de utilizar
las virtudes terapéuticas
de las plantas.
La fitoterapia conocida también como herbolaria, es el uso de plantas naturales o de sustancias vegetales
para el tratamiento de una amplia variedad de síntomas y enfermedades y la mejoría de las funciones
de los órganos y sistemas corporales. Forma parte de otros sistemas completos de atención a la salud,
englobados en la denominada medicina alternativa, tales como la naturopatía, la medicina
tradicional china y el Ayurveda.
Una buena parte de su extenso uso se hace en forma de autoconsumo.
La medicina tradicional está presente en todas las culturas del mundo. Se la define como el conjunto de todos los conocimientos y practicas usadas en la prevención, diagnóstico y eliminación de desequilibrios físicos, mentales o sociales, y confiado exclusivamente en experiencia práctica, observación y transmitido de generación a generación, en forma oral o escrita.
Las plantas han sido usadas como medicina alrededor del mundo por milenios: fueron la medicina original en todas las culturas y en las civilizaciones más grandes. Las plantas medicinales juegan un papel muy importante.
En 1977 la Organización Mundial de la Salud (OMS) adoptó una resolución, lanzo una promoción mundial de la medicina tradicional. Dicha resolución insta a los gobiernos miembros, dar importancia a sus sistemas médicos tradicionales.
Las tribus primitivas, aún en nuestros días, utilizan el amplio conocimiento de las plantas y las virtudes curativas que éstas poseen. Esto se ha transmitido de generación en generación desde haces miles de de años. Las primeras civilizaciones poseían igualmente este conocimiento y establecían un lazo indisociable entre la alimentación y la medicina. Numerosos vegetales eran consumidos sobre todo por su importancia en relación con la salud. En Egipto, por ejemplo, la multitud de esclavos que bautizaban las pirámides debían absorber diariamente una ración de ajo para protegerse de las fiebres y de las infecciones pestilentes. Es de esa época que datan los primeros registros escritos y propiedades de las plantas.
Los griegos y romanos de la antigüedad empleaban, también, la fitoterapia. Aprovechando las conquistas, los médicos militares difundían las plantas que conocían, acompañada con su forma de utilización, aprovechando de instruirse, ellos mismos, con los usos locales. Es así que los conquistadores romanos del Viejo Mundo hicieron adoptar, lejos de su lugar de origen, numerosas plantas mediterráneas, como la lavanda y el romero.
Las civilizaciones china e india, también civilizaciones de primera importancia, tampoco ignoraron las propiedades medicinales de las plantas, al contrario. En China, los vegetales juegan, aún en la actualidad, un rol muy preponderante en el ámbito de la salud, numerosas escuelas de fitoterapia ofrecen sus formaciones, y la mayoría de los hospitales incluyen una herboristería. En la India, la utilización de remedios fabricados con plantas hace parte de la Medicina Ayurvédica, doctrina que engloba la totalidad del Ser.
En la Europa de la Edad Media, las áreas de la ciencia, de la magia y de la brujería tendían, desgraciadamente, a confundirse: los vegetales como la belladona, el beleño negro o la mandrágora eran consideradas como plantas diabólicas. Los monjes, gracias a sus conocimientos del latín y del griego, perpetuaron los conocimientos adquiridos en la Antigüedad. Muchos monasterios se enorgullecían de sus jardines simplemente destinados a los enfermos. Pero fue sobre todo en el Renacimiento, con el desarrollo de las grandes expediciones hacia las Indias de América, como también con la observación directa, que se convirtió en un periodo de progreso en el conocimiento de las plantas y de sus virtudes.
La invención, en el siglo XV, de la imprenta favoreció la compilación y la publicación de herbarios, lo que desemboca en la creación de farmacias de herboristería. En el siglo XIX, la moda y el creciente poder de la medicina ortodoxa de inspiración científica hicieron detener el avance de la fitoterapia. Ella se queda, a pesar de todo, en el campo, donde era el elemento principal de la medicina popular.
Desde hace algunos años, el número creciente de personas que ponen en duda los medicamentos de síntesis y sus brutales efectos secundarios, prolongados y a veces alarmantes ha hecho que, el interés por la fitoterapia aumente progresivamente.