Todo tiene una influencia, todo interviene en el balance del equilibrio bioelectrónico, aunque algunos factores son más importantes que otros.
Pero, como nuestro cuerpo está vivo, debemos nutrirlo cada día con alimentos sanos y naturales, agua pura, aire puro, luz, sueño, movimientos, optimismo, ternura y felicidad.
La repartición que veremos en ocho áreas de influencia, toma en cuenta las necesidades esenciales.
Desde abajo hacia arriba de la tabla, tres corresponden a las necesidades corporales, tres corresponden a las necesidades psicológicas, uno se refiere al respeto de los ritmos biológicos, y el último a las influencias del medioambiente.
En cada uno de los ocho campos de influencia, se encuentran ejemplos. Cada ejemplo tiene su papel y tiene el efecto de participar en el mantenimiento del equilibrio de los parámetros de la salud, contribuyendo así a hacer que reine la armonía en el conjunto del organismo.
“Una verdadera curación sólo puede lograrse a partir de factores bioelectrónicas medidos, que se aproximen a los factores bioelectrónicas de perfecta salud. Cualquier otra terapia no es más que una eliminación de síntomas, cargados de grandes elementos de riesgo y no conforme a la ética de la profesión médica. Hoy, el deber del médico debe ser tratar a su paciente de tal manera que le mantenga su equilibrio bioelectrónico e informarle de todos los productos que podría perturbar este equilibrio”.
Dr. Franz Morell, 1976, pág. 348 y 9 del Tratado de BE, de Louis-Claude Vincent.