La depresión
La depresión se caracteriza por la inhibición de las iniciativas y de la acción en general, la dificultad de anticiparse a los hechos y para hacer proyectos. Según las estadísticas, se estima que del 16 al 20% de la población ha sufrido en algún momento algún trastorno psíquico necesitando algún apoyo médico.
Existe, según los psiquiatras, dos formas de depresión:
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La depresión exógena, llamada también depresión psicogénica, que procede de elementos exteriores al individuo: divorcio, perdida de un empleo, problemas materiales, fallecimiento de un ser querido.
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La depresión endógena, teniendo como origen trastornos bioquímicos.
Puede suceder que periodos de euforia y de hiperactividad alternen con crisis de abatimiento profundo.
Es difícil, en el contexto de una enfermedad tan grave, tan compleja, distinguir los sentimientos normales de tristeza o de duelo de un estado depresivo anormal. Puede ser que síntomas de angustia, fácilmente identificables, disimulen un estado depresivo. Este puede tocar a todas las edades, y más particularmente 4,5% de mujeres y 1,6% de hombres. Las personas que sufren una depresión grave tienen ideas de muerte, que pueden a veces, hasta conducirles al suicidio.
Entre los síntomas de la depresión, citaremos: los sentimientos de inutilidad, de inadaptación, de aislamiento y de desesperación, como también la impresión que nadie nos comprende ni se compadece de nuestros problemas. Se puede constatar igualmente un desinterés por el trabajo, por la familia, una incapacidad de concentrar su atención y, en los casos más graves, una disminución de las funciones intelectuales y alucinaciones.
En el plano físico, un estado depresivo podrá traducirse por una falta de energía, una sensación de dolor, una disminución de los movimientos, sequedad en la boca, indigestiones, pereza intestinal, y constipación. En algunos casos, las personas perderán peso. Las mujeres podrán tener problemas de menstruación.
Algunas personas tienen una predisposición a la depresión desde su nacimiento en relación con trastornos del metabolismo químico del cerebro.
En otros casos, la depresión se debe a una anemia, a trastornos hormonales netamente a tasas demasiado bajas de hormonas tiroidinas, a una carencia de vitaminas, o también a una acumulación de tóxicos en tu organismo, en este caso es muy recomendado por la medicina natural, comenzar con una sepuración de toxinas (Limpieza hepática). Algunos días después del parto, algunas mujeres presentan lo que se llama “depresión pos-natal”, en relación con la variación brutal de las tasas de hormonas.