Sus 6 aristas, 4 caras triangulares y 4 vértices dan origen a la manifestación.

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A través de este elemento despertamos en nosotros la sabiduría y la luz de la abundancia.

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Su influencia es ascendente, permite un poderoso alineamiento entre la Tierra y el Cielo. Es una energía fuerte, muy propicia para las personas que desean ampliar su conexión con el cielo.

 

Sus principales propiedades son amplificar la energía que entra y sale de ella y memorizar y difundir una intención. Emite una onda de forma que canaliza la energía del cielo hacia la Tierra y dinamiza el tercer chakra.

 

Sede de la conciencia familiar, la palabra asociada al tetraedro es humildad, actitud sin la cual el poder se utiliza para dominar.

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En relación con los números, es el 3 en el 4, es decir, la trinidad encarnada en la materia.

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Tercer chakra

 

Cuando trabajamos nuestro plexo solar con el tetraedro, nos envuelve un gran flujo de energías y nos purifica aumentando nuestra seguridad y autoestima. 

 

El mal funcionamiento de este chakra puede causarnos dolores de estómago, hígado, timo, vaso o páncreas, además de sensaciones poco agradables como tristeza o falta de confianza, también puede provocar egoísmo, rencor, o incluso en algunas personas puede provocar una sed de poder.

 

Al trabajar este chakra con el tetraedro, rompemos rutinas, todo fluye y se manifiesta de forma perfecta, lo que creas en el universo se manifiesta luego en la tierra así que debemos siempre desear lo mejor para nosotros y para todos los que convivimos en ella, siempre avanzando a pesar de las dificultades ya que todo es enseñanza y aprendizaje.

 

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En meditación

 

Cuando meditemos con esta forma conectaremos instantáneamente con el elemento fuego, debemos dejar que este fuego sagrado purifique todo lo que nos preocupa, transmutando todo el dolor que llevemos en nuestro interior, soltando, vaciando, limpiando para luego volver a cargarnos de nuevas energías purificadas.

 

Podemos también utilizar el tetaedro en caso de inflamación, acné, barba incrustada.

 

Se ha dicho que es un elemento de fuego, pues para eliminar el fuego en exceso debemos utilizar el tetaedro con la punta hacia arriba y pasarla sobre la zona que queremos limpiar o aliviar, al contrario en caso de necesidad de energía, lo pondremos con la punta hacia abajo, para llevar calor a la zona que lo necesita.

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