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Diente de león

(Taraxacunn officinale)

Sus dos virtudes más destacadas son las de curar las afecciones

de la bilis y las enfermedades del hígado.

Toda la planta es curativa.

Se le denomina también Taraxacón, Achicoria amarga, Amargón, Cardeña, Hocico de puerco y Pelosilla (cuando tiene el fruto ya hecho).

 

El Diente de león se cría en los prados y todos los lugares herbosos, en jardines, prados y bordes de caminos, crece en suelos ricos nitrógeno y florece casi todo el año. Es oriunda de Europa, Asia y América del Norte.  En las regiones de los Alpes aparece la flor en abril y mayo, cubriendo todo a modo de un tapiz amarillo, lo que ofrece un aspecto muy alegre. La planta huye los suelos demasiado húmedos.

El Diente de león contiene, aparte de sales minerales,importantes sustancias curativas y reconstituyentes, imprescindibles para curar las enfermedades metabólicas. Gracias a sus cualidades depurativas de la sangre, es un remedio indicado contra la gota y el reuma.

La importancia nutricional del diente de león desde el punto de vista médico reside en su alto contenido en principios amargos (taraxacina, eudesmanólidos), triterpenos, flavonoides, xantófilos, carotinoides, vitamina B2 y C así como potasio (contenido en las hojas: 483 mg %). La raíz es especialmente rica en inulina en el otoño (40%). Así el diente de león actúa como fármaco amargo de suave acción colerética, diurética y estimuladora del apetito, y también como coadyuvante en las patologías hepáticas, las colecistopatías y los trastornos de la digestión, especialmente cuando existe una mala digestión de las grasas.

Bohordos floríferos

  • El comer 5 o 6 bohordos floríferos crudos y recién cogidos, cada día, ayuda rápidamente contra la hepatitis crónica (dolor agudo y punzante que se extiende hasta la parte inferior del omóplato derecho).

  • También combaten la diabetes, se deben comer cada día unos 10 de esos rabillos de la planta en flor. Se lavan antes de quitarle la cabezuela de la flor y se mascan espaciosamente. Al principio parecen un poco amargos, pero son muy tiernos y jugosos y es como si se comiera una hoja de endivia.

 

  • Las personas enfermizas que se sienten siempre decaídas y cansadas, deberían someterse a una cura de 15 días. Se quedarían sorprendidas del buen resultado que dan. 

 

  • Quitan los picores, los líquenes y las erupciones de la piel, mejoran los jugos gástricos y depuran el estómago.

 

  • Eliminan los cálculos biliares, sin causar dolores, y estimulan la actividad del hígado y de la bilis.  

  • Desaparece la hinchazón de las glándulas, sometiéndose durante 3 o 4 semanas a una cura de bohordos frescos.

 

  • Contra la ictericia y el mal del bazo se sigue el mismo tratamiento (3 o 4 semanas).

 

Recolección

Las hojas se recolectan antes de la floración, las raíces en primavera u otoño, los bohordos durante la floración.

En primavera se recolectan las hojas nuevas tiernas de color verde-amarillento antes de la floración y se preparan en ensalada campestre o en combinación con otras hierbas silvestres, rabanitos o cebollas tempranas.

 

Las raíces del Diente de león, que se comen crudas o se utilizan desecadas para infusiones, purifican la sangre, son digestivas, sudoríficas, diuréticas y tónicas. Fomentan la fluidez de la sangre por lo que se consideran un remedio excelente contra la sangre espesa.


Según antiguos herbarios, las mujeres usaban el cocimiento de la planta como cosmético. Con esa tisana solían lavarse los ojos y la cara para obtener un cutis fino.


Esta planta se mantiene fresca todo el año y produce hojas incluso en invierno.


MODOS DE PREPARACIÓN


Infusión 

  • 1 cucharadita colmada de raíces, se ponen a macerar durante la noche en 1/4 l de agua fría;

  • Al día siguiente se calienta hasta que rompa a hervir y se cuela.

  • Esta cantidad se bebe media hora antes y media hora después del desayuno.

 

Ensalada

  •  Se prepara con las hojas y las raíces frescas. Podemos poner en primavera cada día una ensalada de toda la planta en la mesa, para la cena la podemos comer mezclada con patatas hervidas y guarnecida con huevos duros. 


Bohordos

  • Se comen de 5 a 10 bohordos crudos al día, después de lavarlos y mascarlos espaciosamente.

→ Jarabe o miel de flores de Diente de león  

   Ingredientes: Cuatro puñados de flores de diente de león

  •  Se ponen a hervir a fuego lento en un litro de agua fría.

  • Se le da un hervor y se retira la olla del fuego.

  • Al día siguiente se cuela todo y con las manos se exprimen bien las flores.

  • Al líquido se le añade un kilo de azúcar moreno y medio limón cortado en rodajas (si está tratado se quita la piel).

  • Se remueve bien todo y se pone la olla al fuego sin taparla.

  • Para que se conserven las vitaminas se deja a fuego muy lento. Así se va evaporando el líquido sin hervir.

  • Hay que dejar enfriar la masa una o dos veces para constatar su consistencia.

  • El jarabe no debe estar demasiado espeso ya que al guardarlo se cristalizaría con el tiempo. Pero si está demasiado claro se estropea pronto. Tiene que quedar a modo de una miel.

La nutrición y la dietética de la medicina china atribuye al diente de león las siguientes cualidades y efectos:

  •  Temperatura: frío

  •  Sabor: amargo, dulce (las hojas tiernas)

  •  Afinidad a los órganos: hígado, corazón, estómago

  •  Efectos: enfría el Calor del Hígado, desintoxica, es diurético, elimina la Humedad

  •  Aclara, dispersa las retenciones e hinchazones

Fuente:

 

- María Treben, Salud de la botica del Señor, ed. Ennsthale, Steyr, Austria, 1999, 5a ed.

- https://www.elsevier.es/es-revista-revista-internacional-acupuntura-279-articulo-nutricion-el-diente-leon-13108647

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