Cuerpo emocional
El cuerpo emocional es el más extendido de los cuatro cuerpos inferiores. Está conformado por el elemento Agua. Funciona en cuarta dimensión. Su función es irradiar e intensificar las virtudes de Dios. Este cuerpo fue diseñado para reflejar los sentimientos de Dios, allí están contenidas la paz, el perdón, el Amor, la misericordia, la compasión, la alegría, el servicio y todo aquello que produce bienestar, armonía y felicidad en cada Ser. Este cuerpo ha sido mal utilizado al igual que el cuerpo mental, se ha convertido en un campo de deseos inferiores, tales como: el deseo de dominio, el poder político y económico. Igualmente encontramos en él los sentimientos de autofrustración, de rencor, de odio, de angustia, entre otros. Por ello debemos aprender a controlar nuestras emociones para que este cuerpo pueda cumplir con su verdadera misión, que es irradiar la naturaleza del creador.
Las emociones viajan a través de los distintos sistemas del organismo, que son más físicos, pero se vinculan a través de conexiones en los axones de las terminaciones nerviosas de una forma parecida a un mecanismo eléctrico, pues son impulsos de esta naturaleza que comunican entre sí las distintas emociones surgidas del sistema hormonal que está conectado a través de los meridianos de acupuntura china, o Nadis, con los chakras o centros de energía.
Los pensamientos, a través de los impulsos nerviosos, generan una imagen en el cerebro, que produce una activación de un centro energético o chakra que activa una emoción principal, una glándula endocrina y a través de uno de los sistemas del cuerpo va a un determinado órgano. Todo este mecanismo, ocurre en fracciones de segundo. Las emociones que no se liberan o que no están asimiladas, se bloquean y empiezan a producir una afluencia de tóxicos y bloqueos energéticos que generan molestias y finalmente enfermedades.
A medida que el Ser evoluciona, la comprensión de lo que somos en realidad va en aumento, dotándonos a la parte más burda, la física, del conocimiento suficiente para comprender y sobre todo para sanarlo.