Las proteínas se encuentran en los músculos, las enzimas, las hormonas, las células sanguíneas, los jugos digestivos, los anticuerpos, los huesos, la piel, etc.

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Contrariamente a las vitaminas y minerales en general, el organismo no posee lugares de reservas proteicas. Es por esta razón que la alimentación deber  imperativamente otorgarle cada día, de manera moderada, pero regular, a al menos 2 comidas sobre 3.

 

No es recomendable forzar la dosis de proteínas en una sola comida esperando así no tener que consumir una segunda vez. En efecto, después de haber contribuido a cubrir las necesidades del organismo, los aminoácidos en exceso van a ser quemados y oxidados, produciendo de paso la urea y el acido úrico que serán eliminados al nivel urinario. Una pequeña parte va a ser transformada en glucosa.

 

El organismo fabrica más de 100.000 proteínas diferentes. En caso de carencia, puede estar forzado a sacarlo en perjuicio de ciertas estructuras proteicas (músculos o piel, por ejemplo) para asegurar la síntesis de moléculas indispensables a su metabolismo (como por ejemplo, las enzimas).