Glúcidos
Conocidos también como “hidratos de carbono” o “almidones”. Aportan al organismo la energía necesaria en momentos de esfuerzo físico.
Contribuye a mantener la estabilidad de la temperatura del cuerpo.
Con el oxígeno, el glúcido es el alimento esencial para el buen funcionamiento del cerebro. Está almacenado en los músculos y en el hígado bajo forma de reservas de glucógeno.
La digestión de azúcares complejos (como el pan, las papas, el arroz, los cereales y otros) empieza en la boca bajo la acción de una enzima –la ptialina (o amilasa
salival)- que sólo procede si le Ph de la saliva esta en estado alcalino o ligeramente ácido.
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La digestión se produce en el estómago. Es por esta razón que es altamente desaconsejado comer frutas acuosas (manzanas, peras, duraznos, cerezas, melones, tomates, pomelos, naranjas, etc.) al principio, pero también durante y al terminar una comida. De no respetar esta regla será, en muchos casos, sinónimo de fuente de trastornos digestivos (hinchazones de vientre, flatulencia, gases, ardores estomacales, enterocolitis, etc.)