La alegoría de una rana
Hubo un día una carrera de ranas.
El juego consistía en llegar en primer lugar a lo alto de una gran torre.
Mucha gente se juntó para verlas competir.
Pero nadie pensaba en la posibilidad de que las ranas pudiesen llegar a la cima y sólo se escuchaba:
“¡Qué pena! ¡No llegarán jamás!”
Algunas ranas comenzaron a renunciar, sólo una continuaba su ascensión con la misma energía…
Y la gente continuaba repitiendo: “¡No sirve de nada! ¡No lo lograrán jamás!”
Una tras otra, las ranas se daban por vencidas, y una sola, siempre la misma, continuaba subiendo.
Al final, sólo quedaba esta rana, la que tras un enorme esfuerzo, llegó a la cima.
Las otras concursantes quisieron saber cómo lo había hecho. Una de las ranas se acercó para preguntarle… y descubrió que la rana que lo había logrado era sorda.
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