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Las principales consecuencias de los cálculos hepáticos y biliares

 

 

Las principales consecuencias que tienen los cálculos hepáticos y biliares en los diferentes órganos y sistemas del cuerpo humano. Cuando se eliminan esos cálculos, el cuerpo en su conjunto puede reanudar sus actividades normales y saludables.

 

Cuando se obstruyen los conductos hepáticos

 

En realidad, el problema de la salud más común, pero raramente admitido como tales el bloqueo de los conductos biliares del hígado causado por los cálculos. Si tienes algunos de los síntomas siguientes, es probable que tengas numerosos cálculos en el hígado y en la vesícula.

 

  • Falta de apetito

  • Voracidad

  • Trastornos digestivos

  • Diarrea

  • Estreñimiento

  • Heces de color arcilloso

  • Hernia

  • Flatulencia

  • Hemorroides

  • Dolor sordo en el costado derecho

  • Dificultad respiratoria

  • Cirrosis hepática

  • La mayoría de las infecciones

  • Elevados niveles de colesterol en la sangre

  • Pancreatitis

  • Cardiopatía

  • Problemas cerebrales

  • Úlceras duodenales

  • Nauseas y vómitos

  • Temperamento “bilioso” o malhumorado

  • Depresión

  • Impotencia

  • Otros problemas sexuales

  • Enfermedades de la próstata

  • Problemas urinarios

  • Desequilibrios hormonales

  • Trastornos menstruales y menopáusicos

  • Problemas con la visión

  • Ojos hinchados

  • Cualquier trastorno cutáneo

  • Manchas hepáticas, especialmente en manos y cara

  • Episodios de mareo y desmayos

  • Pérdida de tono muscular

  • Sobrepeso

  • Fuertes dolores de hombros y espalda

  • Dolor encima de un omóplato o entre los omóplatos

  • Ojeras

  • Complexión mórbida

  • Lengua brillante o cubierta con una capa blanca o amarilla

  • Escoliosis

  • Gota

  • Capsulitas del hombro

  • Rigidez del cuello

  • Asma

  • Dolores de cabeza y migrañas

  • Problemas de dientes y encías

  • Color amarillento de la tez y los ojos

  • Ciática

  • Adormecimiento y parálisis de piernas

  • Enfermedades articulares

  • Problemas en las rodillas

  • Osteoporosis

  • Obesidad

  • Fatiga crónica

  • Enfermedades renales

  • Cáncer

  • Esclerosis múltiple y fibromialgia

  • Alzheimer

  • Frío en las extremidades

  • Transpiración y calor excesivos en la parte superior del cuerpo

  • Cabello muy graso y alopecia

  • Cortes y heridas que sangran durante mucho tiempo y tardan en cicatrizar

  • Problemas de sueño, insomnio

  • Pesadillas

  • Rigidez muscular y de las articulaciones

  • Sensación repentina de calor o de frío

 
 
 
Fuente:
Los secretos eternos de la salud, Medicina de vanguardia para el siglo XXI, Andreas Moritz, 2008.
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